Me invitan a un cumple en el Pollo Gomez, así lo conocí, yo creí que era una parrilla jaja, pero era un bar escondido en el barrio de nuñez. Del lado de afuera de esta casona no hay nada que identifique que es un bar, así que si no lo conoces mediante facebook o el boca en boca, no te lo imaginas.
Agarraron una casona vieja, que al parecer les quedo por herencia y la reformaron toda. Le dieron una estética kitsch y arman fiestas, etc. Me hizo acordar a la casa de mi abuela.
En está ocasión había pizzas caseras. La cena varía cada fin de semana, así que pregunten el menú, cualquier cosa.
Estaban ricas las pizzas y buena música.
Disculpen las fotos, pero al ser de noche, no salieron perfectas.
Me pareció un poco caro para ser un bar clandestino.
Tienen wifi
Se puede reservar.
Muy buena atención
El Pollo Gomez
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